Endulza los alimentos de manera natural

 

Sabemos que tomar azúcar no es bueno para la salud, de aquí el movimiento #SugarFree  nacido con el objetivo de reducir el consumo de este ingrediente en la población. Pero debes saber que no todos los “azúcares” son igual de malos, debemos evitar los “azúcares añadidos”, no los que están de manera natural en los alimentos. Pero ¿cuáles son? ¿Dónde se encuentran? Te lo explicamos aquí.

 

Debemos evitar tomar alimentos con “azúcares añadidos” cómo la sacarosa (azúcar de mesa) u otros como glucosa, fructosa… en formato libre, es decir en forma de granos o polvo que se puede añadir a los alimentos. Estos aportan calorías vacías que, en un consumo excesivo, pueden dar problemas de salud como sobrepeso, obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares o problemas dentales, entre otras. Además de evitar incorporar azúcar a los alimentos, debemos evitar también todos los alimentos dulces como golosinas, refrescos azucarados, chocolatinas, pastelería y otros dulces en general. Aunque muchas veces el problema está en que el azúcar figura “escondido” en muchos otros alimentos procesados de gran consumo.

 

Sin embargo, no nos debe preocupar el “azúcar natural o intrínseco” en los alimentos. Este es el que se encuentra naturalmente en la fruta (fructosa) o en los lácteos (lactosa), así como los azúcares complejos de alimentos ricos en hidratos de carbono de lenta asimilación cómo la pasta, las legumbres u otros granos enteros… ya que estos, junto a los demás nutrientes del alimento, hacen que estos azúcares se metabolicen totalmente diferente sin acarrear problemas, en el marco de una dieta equilibrada y bien balanceada.

 

A pesar de todo, el sabor dulce gusta a la mayoría de personas, y un pedacito de bizcocho casero puede ser un gran deleite. El cerebro está programado para reaccionar favorablemente a este sabor, proporcionando placer y bienestar, puesto que lo relaciona con la energía para “la supervivencia”. De aquí que muchas personas pueden considerar cierta adicción y, por lo tanto, a los alimentos que lo incorporan, demandando más y más.

 

El primer consejo es que poco a poco vayas quitando el azúcar que añades a los alimentos , por ejemplo a un café o a un yogur… para que vayas adaptando tu paladar al sabor menos dulce, hasta que al final te sepa igual de bien sin azúcar. Esto parece imposible pero no lo es, ¡verás que en muy poco tiempo lo consigues!

 

Además, puedes lograr el sabor dulce con otros ingredientes más sanos, por ejemplo añadiendo especies como la canela o vainilla; añadiendo fruta, por ejemplo plátano o compota de manzana en un bizcocho; lo mismo con frutas desecadas como los dátiles, los orejones… ¿has probado poner unas uvas pasas en un yogur?  Evita la miel, la melaza, los siropes, el azúcar moreno, la panela… aunque sensiblemente diferentes, no dejan de ser azúcar en su base.