Menos sal y más especias ¿Qué me aportan?

Especias Aromáticas[/caption]

La sal común llamada cloruro sódico, es uno de los condimentos más antiguos que se conocen, siendo muy importante durante toda la historia. Tiene diferentes orígenes, múltiples usos y la podemos encontrar en diferentes formatos… aunque hoy es un ingrediente del que debemos moderar su consumo, ¿sabes por qué? Te lo explicamos a continuación.

La sal común hoy tiene dos usos básicos fundamentalmente. Por un lado, es un condimento que realza el sabor de los alimentos, le otorga el sabor salado que nuestras papilas gustativas pueden reconocer fácilmente.  Por otro lado, su uso como conservante está muy extendido, la salazón detiene  el deterioro de algunos alimentos, además de ser una característica gastronómica de ellos, como una salazón de bacalao o del jamón serrano… otorgándoles unas características sensoriales determinantes.

La sal es además un condimento barato, la encontramos fina, refinada, gorda o en copos, ya sea marina, de roca, rosa o yodada… pero en cualquier caso debemos moderar su consumo. La OMS establece como máximo unos 5 gramos al día para adultos y 3 gramos al día para niños.  Para lograr esto, es muy importante seguir algunos trucos cómo: primero, basar nuestra alimentación en frutas, verduras y alimentos frescos sin procesar; segundo, no añadir sal a las comidas (los propios alimentos ya contienen); tercero, nunca dejar el salero en la mesa para así evitar añadirle; cuarto, lavar bien las conservas antes de tomarlas para retirar el jugo que concentra mucho de este condimento; y quinto, fijarnos bien en las etiquetas de los alimentos procesados y escoger aquellos de bajo contenido en sal o sin sal añadida.  En Argal encontrarás un Jamón Cocido Extra de Reducido contenido en sal o la Pechuga de Pavo Cocida de Reducido Contenido en Sal,  sabrosos y saludables.

Para intentar sustituir el contenido en sal y seguir potenciando el sabor de los alimentos, tenemos infinidad de hierbas aromáticas y especias a nuestro alcance que nos pueden ayudar. Por ejemplo, para realzar el sabor debemos utilizar las especias (cómo anís, cardamomo, nuez moscada, pimentón, pimientas, comino, mostaza, canela…), y para potenciar el aroma y el olor podemos utilizar hierbas aromáticas (cómo albahaca, cilantro, laurel, estragón, menta, perejil, romero, tomillo, orégano, jengibre…).

Y todo esto es porque la OMS relaciona un consumo excesivo de sal con el aumento de la tensión arterial, y esta al mismo tiempo implica un riesgo mayor para las personas de sufrir enfermedades cerebro-vasculares.  De aquí que mantener el peso adecuado, tener un  estilo de vida saludable e alimentarse equilibradamente son factores fundamentales para una buena salud futura.